Big Data y Black Mirror: China siempre estuvo cerca

En el primer capítulo de la tercera temporada de “Black Mirror”, la serie británica que tiene como eje central de cada uno de sus episodios independientes al rol y las consecuencias de los nuevos avances tecnológicos, nos encontramos en una sociedad que tiene para cada uno de sus integrantes un puntaje social en una escala que va del 1 a 5.

Es decir, imaginemos que la red social “Instagram” se lleva a un extremo, en el cual uno va relatando y compartiendo a través de un dispositivo móvil todo lo que a uno le sucede (eventos, nuevos trabajos, festejos personales) y a cambio se obtiene una valoración por parte de los contactos.

Pensemos también que existe una calificación para lo que sucede en lo cotidiano: cada vez que nos cruzamos a alguien le damos las estrellas que decidamos y lo mismo hará la otra persona en base a distintos criterios. Podríamos imaginar que quien llegue con facturas al trabajo y un buen mate probablemente sume varios puntos, mientras que en hora pico varios conductores de vehículos se repartirán, además de bocinazos y puteadas, malos puntajes.

Y hay más, porque el ranking no solo sirve para mostrarse como una persona “socialmente respetada/querida” sino que también es condición necesaria, por ejemplo, una cierta cantidad de puntaje para obtener un descuento en alguna compra, viajar en primera clase o alquilar un auto. La escala que uno tenga señala a los demás cómo es uno, aunque podemos imaginar que puede resultar engañoso (y peligroso, claro).

Si indagamos un poco más acerca de la temática podremos enterarnos que lo que parece una historia exagerada y extrema de lo que puede llegar a ser el mundo en algunos (¿pocos, muchos?) años es un proyecto que se está planteando, con algunas diferencias, en China. La idea se centra dentro de lo que constituye un cambio radical en el manejo de información en los últimos años.

Datos en cantidades abundantes, en tiempo real, con otra estructura y sobre variables que antes eran imposibles de medir son las principales características que, según los economistas Einav y Levin (2004) caracterizan a la llamada “Revolución de Big Data”.

En otras palabras, Big Data es la explosión de datos generados por la masividad de Internet, con información instantánea acerca de la conducta y el comportamiento de millones de usuarios (Sosa Escudero, 2014).

Esta revolución de la información ha despertado interés en diversas esferas: en lo académico por sus métodos estadísticos empleados (que van en contra de los utilizados de manera estándar), en lo privado por la posibilidad de poder entender mejor y, más aún, predecir el comportamiento de los clientes y en lo público por presentar nuevas herramientas de identificación de problemas de los ciudadanos (datos sobre tráfico, transporte público, crecimiento económico, etc).

Hace rato que las publicidades en internet están orientadas a las búsquedas recientes que hemos realizado: con el historial de nuestros navegadores el mundo de la publicidad comienza a entender mejor qué nos puede interesar e intenta orientarnos hacia allí.

Con métodos relacionados al mundo de Big Data es que Spotify o Netflix predicen, según el comportamiento anterior, qué canción o película le podría gustar a un determinado usuario. Estas empresas componen una base de datos de enorme magnitud donde se detalla la información de cada usuario, desde que películas vio, cuáles buscó y qué puntaje les otorgó, para así poder sugerir nuevos productos.

Por otra parte, observando la cantidad de búsquedas en Google sobre alguna enfermedad es que se puede pronosticar cuáles serán las zonas con más afectados. Ejemplos de aplicaciones abundan y serán cada vez más.

Según adelantó la BBC (ver referencias) en China se planea, para el 2020, el nacimiento de un sistema de créditos sociales, donde se combinaría la información de los ciudadanos en varios ejes de la vida cotidiana: profesión, trayectoria educativa, comportamiento como consumidor, distribución del tiempo ocio en distintas actividades, antecedentes penales, financieros, comerciales, entre tantas más que invitan a pensar que Black Mirror no se trata de un momento de inspiración de su guionista para imaginar algo inconcebible.

Es decir, se pasaría a unir bases de datos de diversas áreas, y de acuerdo a distintas ponderaciones (o eso es lo que se prevee, dado que no se conoce en detalle el algoritmo a emplear) el Estado podría rankear a los ciudadanos de acuerdo a sus buenas y malas conductas.

En la actualidad es normal que debamos mostrar nuestro historial financiero para, supongamos, pedir un crédito. Esta es la forma que tiene un banco para poder intuir si uno es o no un deudor responsable y cumplidor. No obstante, en China el ranking funcionaría varios pasos más allá, dado que incluiría información acerca de todas las decisiones personales, sociales y económicas posibles.

En un principio, el ranking sería solo elaborado por el Estado, uno podría conocerlo y, a diferencia de la serie, los ciudadanos no se puntuarían entre sí.

No está para nada claro si más información es siempre sinónimo de mejoras, transparencia o bienestar. Pareciera existir un consenso sobre los beneficios que trae consigo la disponibilidad de datos que identifiquen relaciones, describan situaciones y propongan soluciones, pero no está resuelta la discusión de los límites que enfrenta la utilización de estas herramientas.

Además del desafío que enfrenta Big Data para otorgar a la sociedad, ante la abundancia de datos, de aplicaciones útiles y manejables, pareciera decir presente el problema de los límites que pueden existir.

Con suficientes datos los números hablan por sí solos, dice Chris Anderson (2008). Con suficientes datos y una medición precisa podemos incentivar a las personas a que cambien sus números, piensa el proyecto chino. Con un ranking social, opina Black Mirror, podremos vivir en un mundo engañoso y superficial.

 

Links mencionados:

Einav, L., & Levin, J. (2014). Economics in the age of big data. Science, 346(6210), 1243089.

http://www.ieco.clarin.com/economia/Big-data-vez-arroz_0_1115288810.html

http://www.bbc.com/news/world-asia-china-34592186

https://www.wired.com/2008/06/pb-theory/

http://www.lanacion.com.ar/1907851-al-infinitoy-mas-alla-funes-borgesy-big-data

 

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